viernes, 13 de abril de 2012

Volviendo a escribir...

Esto de volver a escribir en el blog tanto tiempo después es más difícil de lo que parece. Han sido muchas las veces en que pensaba en ello, y ninguna la que me ponía a ello. El primer año formaba parte de una día a día y estaba más presente en mi mente. Luego, la rutina cambio, el tiempo libre disminuyó, todo sorprende ya menos, y por tanto, lo que en un principio es todo diferente, y salen muchas cosas para contar, luego se convierte en rutina, y vivir en Angola, a miles de kilómetros de España, es como si vivieras en cualquier otro sitio. Tienes tu trabajo que te ocupa gran parte del día. Tienes tu tiempo libre por las tardes/noches, y tienes tus fines de semana para salir con los amigos. Como todo el mundo, o no?

- Sí sí, pero Angola no puede ser como vivir en España, dirán muchos. Cierto, no es lo mismo. De hecho es muy diferente. Diferente, no peor. Simplemente, en alguna etapa anterior de desarrollo.

- Pero ahí la gente se muere de hambre no? Hay mucha pobreza… hay niños barrigudos rodeados de moscas!, dirán otros (influenciados por la imagen unidimensional que se tiene de África en España). Pobreza mucha, sí. Morirse de hambre los menos. Lo que si hay es un porcentaje muy alto de la población que vive en condiciones lamentables, sin agua, luz, sanidad, etc… y un porcentaje mucho más pequeño, que viven en unas condiciones de lujo y despilfarro, que ninguno de los expatriados que aquí estamos, podríamos llegar a soñar. Causas, muchas. Para horas de debate tendríamos.

- Yo no me iría a vivir a un país como Angola, ni borracho, dirán otros (quizás menos que hace unos años, pero seguro que muchos todavía). Pues que queréis que os diga. Cada uno es libre de estrecharse sus miras. Angola y el resto de África, está lleno de lugares apasionantes, y experiencias únicas. Para los que lo sepan apreciar.

Pues eso, sirvan estas divagaciones como punto de retorno, como propósito de enmienda. Han pasado muchas cosas en el último año, y muchas las que están por llegar, cosas que contar, y mitos por desenmascarar. Todo a su tiempo. Sin prisa, pero sin calma.

Sean todos bienvenidos de nuevo. Los antiguos que todavía queden por ahí, y los nuevos que se quieran unir.

jueves, 3 de marzo de 2011

El angolano tiene un problema serio de concepto con la palabra “Sí”.

Donde yo vengo la palabra “Sí” se usa, junto con la palabra “No”, para responder positiva o negativamente a preguntas que requieren de una pronunciación en uno u otro sentido. Así: ¿vienes esta noche a cenar? “Sí”. ¿Te gustan las aceitunas? “No”, y así hasta el infinito. Y después hay una tercera versión, "No lo sé o depende", cuando la cosa no está clara. Todos tienen claro esta cuestión, y no se crean confusiones.

En Angola la cuestión, aparentemente simple, se complica sobremanera. Para el angolano, cualquiera que sea su posición, “Sí” (o “Sim” en portugués) es la forma en que responder a cualquier tipo de oración, ya esta requiera de pronunciación o no. Así, ya le preguntes algo, le saludes, le des los buenos días, le expliques algo, etc; la respuesta será siempre la misma.

Y a modo de ejemplo, mi última situación:

Compras un coche. Llevas el comprobante de pago y toda la documentación necesaria al concesionario. Cogen todo y te dicen “venga usted el miércoles que el coche estará listo”. Tú, que volviste hace poco, y que por mucho que ya conozcas algo del carácter local, no dejas de haber vivido el 99% de tu vida con el primer sistema del que hablaba, te lo crees y vas con toda tu ilusión. Pero claro, llamas antes al tipo por teléfono que te dice…oh yesss!!! ” Sim, sim, no hay problema”. Llegas, preguntas por él, y primera sorpresa, te dicen que está de vacaciones. Uff, mal empezamos. A partir de ahí, te atiende otro comercial que te dice que el coche no está listo, previsible, y que vuelvas mañana, que falta la firma de no sé quién. ¿Seguro? Sim, sim. ¿Y tú qué haces? Pues te lo vuelves a creer, tus ganas de tenerlo y quitarte un problema de encima pesan mucho más que todo lo demás. El 2º día (ósea hoy) repites operativa, llamada incluida, y te presentas allí a la hora señalada. Hoy sí esta el 2º comercial, que directamente te lleva al despacho del que luego resultará ser el Director Comercial. Mal comienzo. La continuación a peor todavía. El tipo te pregunta “¿Qué quieres?”. Ahí se inicia una conversación en la que él te explica la imposibilidad de entregar el coche hasta….ohh yes!!! mañana; y tú le dices que te parece genial, pero que es la 2ª vez que vas allí para nada. Disculpas, promesas, y cada mochuelo a su olivo.

¿Y ahora qué? pues nada, mañana volveré, para esta vez sí, recoger el coche. Soy tozudo, sí señor!

¿Y para ti? ¿Qué significa “Sí”?

viernes, 11 de febrero de 2011

Desentumecemos las huellas dactilares...

Han pasado 4 meses y pico desde que volví de Angola, y ya iba apeteciendo volver a contar cosas. Contar cosas porque ya toca volver. Todo se ha demorado un poco más de lo previsto, pero ya iniciamos cuenta atrás. Los sentimientos ahora son encontrados. Tengo muchas ganas de volver y de ver a mucha gente, pero también hay un poco de sensación de vértigo. Vértigo porque uno nunca sabe como irán las cosas, y aunque ya conozca Angola y muchos de sus entresijos, ahora me vuelvo a otra cosa. Ahora me vuelvo sólo (me va a faltar un Ibon a mi lado). Ahora ya no seré becario, con todo lo bueno (falta de responsabilidad-si es que esto es bueno), o malo (infinita falta de motivación) que eso conlleva. Ahora ya no viviré en la villa, esa sub-realidad que tan fácil te lo ponía todo, incluso a veces, demasiado. Ahora casi todo será distinto, seguro que para mejor.

Pero ya habrá tiempo para hablar de todo eso. Por lo pronto, le doy la bienvenida a todo aquel que quiera volver a echarse unas risas de vez en cuando en este punto de encuentro. Espero les guste los cambios introducidos. Como todo buen ex-triunfito diría después de sacar su 2º disco “he querido que este 2º disco (véase, 2ª temporada del blog), sea más mío, con un toque más personal e íntimo”.

Besos, abrazos, y palmaditas en la espalda.

martes, 28 de septiembre de 2010

Vamos que nos vamos...

Como tenía prometido, aquí esta la última entrada de “Un malagueño en Angola”. El último fin de semana ya pasó, y en 48 horas estaremos volando hacía España (aunque para ello, la agencia de viajes de IXES pensó que mejor pasar primero por ¿¿Dubai??). En estas, el primer contratiempo vino cuando “el pequeño aspirante a dictador” no autorizó que hiciéramos una fiesta como dios manda el sábado por la noche. Esto nos obligó a redoblar esfuerzos (no sólo me despedía yo, sino también mi compañero de fatigas Ibon, y el veterano Luis Aretech). El viernes, cena en la Fortaleza (muy chulo el restaurante, y muy picante la pimienta de su solomillo) y más tarde, macro-botellón en casa de Luis UE. Y tras superar como se pudo el sábado, el domingo nos hicimos una barbacoa en la villa (de aquellas que se alargan hasta la noche), algo más petit-comité, pero con casi todos los que eran (se decía así, no?). Porque de eso se trata al fin y al cabo, de las personas. Estés donde estés, en primer, segundo o tercer mundo, la diferencia la marcan siempre las personas que te rodean, y aquí en Angola he de reconocer que estuve muy bien rodeado siempre.

Y poco más queridos seguidores, esto se acaba. Un malagueño en Angola cierra por vacaciones. Ahora me esperan varios meses en España antes de volver a Luanda. Efectivamente, la despedida no fue en realidad tan despedida. No, no se van a deshacer tan fácilmente de mi jaja.

Y claro está, no puedo despedirme sin dar las gracias a todo aquellos que a lo largo de estos 12 meses alguna vez leyeron mi blog, a aquellos que me animaron con sus comentarios, a los que se rieron con él, a los que simplemente les entretenía, o se alegraban de que todo me fuera bien. La verdad es que no sé que hubiera sido de mí sin él, al principio sobre todo.

Os dejo algunas fotos de la fiesta del domingo. Por orden de aparición tenemos a Juanito Aja, Aran, Gavin, Yo, Cristina, Ibon, Juambri, Vasco, Tania, María, Luis, Nuria, Rodrigo, Paola y Pedro (algunos nos repetimos varias veces, y faltan algunos otros, sorry!). Espero que os gusten.


Nos vemos pronto. Besos y abrazos.